La recuperación de un mommy makeover es un proceso complejo debido a la combinación de múltiples procedimientos quirúrgicos. Inmediatamente después de la cirugía, es posible que necesites pasar la noche en el hospital. Al despertar de la anestesia, sentirás molestias y tendrás drenajes temporales y prendas de compresión para minimizar la hinchazón.
Durante la primera semana, experimentarás dolor, hinchazón y hematomas, los cuales se manejan con analgésicos. Es importante moverse con cuidado y mantener las incisiones limpias y secas.
En las semanas 2 a 4, puedes reanudar actividades ligeras, pero evitar esfuerzos intensos y continuar usando la faja compresiva.
De los meses 2 a 3, la mayor parte de la hinchazón debería disminuir, y las cicatrices comenzarán a desvanecerse.
Los resultados finales pueden no ser completamente visibles hasta 6 meses a un año después de la cirugía. Es vital cuidar continuamente las cicatrices y mantener un estilo de vida saludable para preservar los resultados del mommy makeover.